Un día como hoy emprendimos nuestro viaje al Inframundo.
Nos disponíamos a explorar una mina abandonada de Wolframio, pero nada mas comenzar tuvimos que abortar la misión, el estado de las red de galerías era tan lamentable que incluso nosotros, (tachados en un centenar de ocasiones de temerarios, camicaces) llegamos a la conclusión de que era extremadamente arriesgado.
Ante nosotros se abría un laberinto de galerías en la que pudimos contabilizar un mínimo de 6 niveles, el suelo en muchos puntos se limitaba a unos cuantos tablones sueltos de madera podrida. Entre los numerosos huecos que dejaban los tablones podías ver varios de los niveles inferiores.
Cuando ya habíamos decidido retirarnos, explorando una ultima bocamina, hicimos un último intento descendiendo haciendo rapel por un pozo de unos
En su base no encontramos gran cosa excepto un esqueleto de un desgraciado perro que había caído hacia años en el pozo. Doblemente desgraciado ya que por la ubicación en la que estaba el esqueleto se deducía que no había muerto en la caída de
Pero la vida sigue, y para que la muerte del perro no sea en vano (por favor, no me tachéis de cínico, tener en cuenta que ya nada podemos hacer por la vida del can) vamos a transformar su cráneo en atrezo para un futuro disfraz de carnaval.
El primer paso es limpiar el cráneo:
Para ello nos valemos de unas pinzas, tijeras, Cutter o cualquier herramienta similar.
2 Una vez descarnado coceremos el cráneo, lo herviremos por un tiempo mínimo de 3 horas.
Con este paso se desnaturalizan las proteínas y se disuelven grasas.
3 Después de hervirlo vamos a atacarlo químicamente, antes de esto podéis decidir si queréis arrancarle las piezas dentales ya que la limpieza química puede deslustrar ligeramente el esmalte. Yo personalmente decidí retirarle únicamente las que estaban flojas.
La primera limpieza química consiste en sumergirlo en lejía, lo cubrimos completamente con lejía por un tiempo mínimo de 24 horas. En función de los restos que tenga el cráneo puede ser recomendable renovar la lejía pasadas 24 horas y dejarlo un día más.
4 Después de la limpieza con lejía es importante aclararlo bien en abundante agua corriente antes de pasar al siguiente proceso. Repito, es importante aclararlo bien.
Como podemos ver ya eliminamos todos los restos de tejido pero permanecen unas antiestéticas manchas marrones.
5 Si antes efectuamos un tratamiento con una base, ahora toca hacerlo con un ácido.
Para ello sumergimos el cráneo en vinagre y le añadimos el zumo de tres o cuatro limones.
Pasadas 24 horas las antiestéticas manchas habrán desaparecido.
6 Ahora solo nos falta dejar secar el cráneo y pegarle las piezas caídas con un pegamento de cianocrilato.